¿Cuántos de vosotr@s conocéis a alguien que lleva una tobillera “por si acaso”…?
Pongo el ejemplo de la sujeción externa de tobillo porque es una de las más comunes en el deporte, sin embargo no siempre tiene sentido su uso o mejor dicho, su abuso.
Siguiendo con el ejemplo propuesto, según estudios de Helsen y colaboradores, la sujeción externa de tobillo ha demostrado reducir la incidencia de esguinces de tobillo recidivantes, pero no que tenga un efecto preventivo de lesiones en tobillos sin ninguna historia previa de esguinces.
De hecho, algunos deportistas sienten que las tobilleras restringen demasiado la movilidad de sus tobillos o incluso que sus tobillos son menos estables.
El tobillo es una articulación que necesita ser móvil, a diferencia de por ejemplo la rodilla que necesita ser estable.
Aplicando este criterio, ¿no creéis que si limitamos la movilidad de un tobillo puede que de manera incorrecta hagamos perder a la rodilla su capacidad de estabilizar obligándola a moverse en ciertos planos de movilidad en los que no debería hacerlo?
Tras plantearos estas preguntas, os animo a que saquéis vuestras propias opiniones sobre el uso o abuso de vendajes y sujeciones externas en el deporte.
Y a modo de conclusión: os aconsejo individualizar siempre el uso de sujeciones y hacer una valoración para cada caso en particular, no vale lo mismo para tod@s.
