Bien sabemos que el deporte nos proporciona beneficios en el ámbito de la salud, (de hecho la lista es prácticamente “infinita”). Además el deporte ofrece unas enseñanzas en valores que pueden ser positivas para el desarrollo de la persona. Por esos motivos principalmente iniciamos en la práctica deportiva a nuestros pequeños.
No todos los deportes escolares tienen la competición como herramienta asociada. Y los que si tienen la competición asociada, no creo que deba ser objeto de obsesión o de prioridad. Básicamente sería algo como ¿Te sirve la competición para tu objetivo?, o ¿sirves a la competición?: Utilizar la competición para tu objetivo como entrenador o bien si tu objetivo está supeditado al resultado en la competición.
Son dos posturas quizá extremas, y no creo que la posición adecuada sea una u otra. Creo que en momentos se pueden acercar posturas hacia un lado o bien alejar. Muchas veces el resultado “nubla” el camino: La tendencia a pensar que cuando el resultado es bueno es porque se esta trabajando bien, y cuando el resultado es malo es porque algo se esta haciendo mal.
¿La vida de los adultos es así? Entonces es necesario valorar desde un punto de vista más global.
Valorar el camino y menos el resultado.
Si bien un camino equivocado suele llevar a un mal resultado, no siempre un buen camino te lleva a un resultado positivo a corto plazo.
Obviamente en la competición solo puede ganar uno.
El Consejo Superior de Deportes (CSD) realizó un estudio de hábitos deportivos en edad escolar y entre tanta información hay una relacionada con este tema.
- Situaciones positivas que se dan en la competición:
♀ | ♂ | ||
El entrenador/a nos anima aunque nos equivoquemos | 86% | 85% | |
Los/las jugadores/as de los diferentes equipos nos felicitamos al final del partido/competición | 83% | 91% |
No hay diferencias significativas entre géneros.
Situaciones negativas que se dan en la competición:

“Las negativas, aunque en menor porcentaje, presentan una prevalencia preocupante, pues en el 40% de los casos la población escolar afirma que: «Los familiares/público critican y gritan al árbitro juez/a», incrementándose en 7 puntos más en el caso de los chicos. Un 29% afirma que: «El entrenador/a se enfada si perdemos el partido/competición o nos equivocamos». Destacar que, en las 4 situaciones negativas, los chicos presentan unos porcentajes superiores a los de las chicas. De esto se podría deducir que el entorno de la competición masculina es más «agresivo» que el de la femenina.”
Hábitos deportivos en edad escolar. Consejo Superior de Deportes
A medida que avanza la edad, también avanzan las situaciones negativas:

En dicho estudio viene representado el agrado de esas situaciones: No les gusta.
Estoy seguro que tras leerlo, a los adultos no nos agradan estas situaciones, ni tampoco lo vemos justo. Son situaciones que dependen de los adultos. Y es ahí donde existe un conflicto en la enseñanza de valores. Dejemos que se equivoquen para que puedan arreglarlo, no culpabilicemos a terceras personas, mostremos respeto cuando las cosas no nos salen como queremos.
Dejemos que la competición les dé otra oportunidad, y dejemos que se enfrenten a ella. Seguro que si el camino elegido por parte de los adultos ha sido el correcto, las nuevas generaciones seguirán practicando el deporte con la misma ilusión que teníamos nosotros cuando eramos niños.