La carga interna de entrenamiento está representada por la magnitud de esfuerzo interno del deportista, se denomina también carga real. También se puede entender como la reacción del organismo del deportista en sus distintos sistemas funcionales físicos y psíquicos ante la carga externa.
La carga externa, a su vez, está representada por el trabajo global que realiza un sujeto (ejercicio, unidad de entrenamiento, sesión de entrenamiento o conjunto de sesiones), se denomina también carga propuesta.
Ejemplos de carga interna serían: la frecuencia cardiaca, lactato sanguíneo, el consumo de oxígeno, escala de Borg, etc.
Ejemplos de carga externa serían: km recorridos, kilos levantados, número de series y repeticiones.

Dicho esto, como entrenadores siempre debemos prescribir el ejercicio valorando la carga interna que generamos en el deportista.
Si mandamos hacer 50 flexiones a una persona que acaba de empezar a entrenar y a un competidor, ¿creéis que les supondría la misma carga interna a los dos?
Pese a que 50 flexiones supongan la misma carga externa para ambos, la carga interna que le genera a cada uno de ellos será muy distinta. Y esto es algo que nunca debemos olvidar a la hora de prescribir el ejercicio.
Y tú, ¿individualizas tus entrenamientos y valoras la carga interna?
Diaz.trainer